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Por Jessica Fulachi
En los últimos años, hemos sido testigos de continuos aumentos de precios en el sector de productos básicos de SMS A2P, esta tendencia constante ha puesto a las empresas en una encrucijada, donde la reducción de costos se convierte en una necesidad urgente para seguir siendo competitivos. Sin embargo, esta búsqueda incesante de precios reducidos ha llevado a un escenario preocupante, los precios más bajos pueden transitar por un camino oscuro, donde el mercado parece estar erosionándose por vías alternativas y prácticas dudosas, comprometiendo la calidad de los productos y servicios entregados a los clientes.
Commodity es un término utilizado para categorizar un mercado con productos que se ofrecen a gran escala y que, en general, tienen características similares: productos homogéneos. Debido a que no hay distinción en términos de producto, este mercado está muy determinado por el precio y el servicio ofrecido por los competidores.
En este escenario, las empresas que quieran acercarse a sus clientes a través de un SMS necesitan conectarse con brokers, que serían empresas de telecomunicaciones que tienen acuerdos con operadores para el envío masivo de SMS en el país en cuestión. Como se mencionó anteriormente, el mercado de materias primas está orquestado por el precio, y en este caso, en A2P, cuanto mayor sea el volumen de SMS enviado deseado, menores serán los precios por envío.
En los últimos años, los operadores móviles en Brasil y algunos otros países de América Latina han aumentado los precios de los servicios de SMS, lo que en un mercado de productos básicos sensible a los precios, ha causado un desequilibrio en el sistema empresarial, aumentando la competencia y, en consecuencia, disminuyendo los márgenes en el mercado.
Entrando en detalle, entonces, vemos una serie de planteamientos que plantean cuestiones éticas y operativas por parte de las empresas con el fin de no sufrir el impacto negativo que el aumento de precios trajo consigo por el envío masivo de mensajes SMS corporativos.
La primera de estas prácticas cuestionables es el uso de astilladoras y rutas alternativas conocidas como «rutas grises». ¿Qué significa esto?
Te lo diré. Las SIM Farms no están prohibidas, pero son formas no oficiales de enviar mensajes, ya que son empresas que compran chips de SIM individuales de prepago y se conectan a máquinas que hacen envíos masivos, según el operador del número final. Esta práctica está sujeta a una multa, tanto para la empresa que ofrece el servicio como para la empresa que compra el servicio. a menudo eludiendo a las operadoras de telefonía y las regulaciones establecidas. El objetivo es claro: reducir costos, independientemente de las implicaciones para la calidad del servicio o la seguridad de los datos. Mediante el uso de tarjetas SIM no autorizadas, pueden ofrecer una forma más barata para que las empresas envíen SMS comerciales, pero a menudo violando los términos y condiciones de los operadores de telefonía móvil. Muchas tarjetas SIM son operadas por actores malintencionados. Algunos operadores de tarjetas SIM recopilan los números de teléfono de los clientes y cualquier otra información personal confidencial que puedan utilizar con fines ilícitos.
Además, el uso de rutas internacionales SS7, aunque no homologadas, se están convirtiendo en una práctica cada vez más presente. La ruta SS7 es utilizada por los operadores para enviar SMS en países en los que no opera. Es un sistema antiguo, creado para este fin y tiene un bajo costo. El problema es que un cliente en México, por ejemplo, que envía mensajes a México debe utilizar las rutas locales y no de otros países, siguiendo el flujo estándar que ofrece Sinch.
Estas rutas alternativas, si bien pueden parecer una solución a los desafíos de costos, abren espacio para problemas significativos. La falta de aprobación y supervisión puede dar lugar a la fuga de datos con fines ilícitos, lo que supone un riesgo considerable para la seguridad del cliente y la privacidad de la información.
Ante esta situación, es sumamente importante saber elegir un proveedor confiable, que utilice rutas homologadas, que esté conectado directamente con las operadoras y pueda garantizar la seguridad de los mensajes de envío de su empresa.
Dentro de este artículo compartiré contigo cómo tu empresa o marca puede tener una estrategia de diferenciación por calidad, enfocándote en mejorar los pilares de la relación con el cliente y el servicio ofrecido. El objetivo es simple: crear una posición competitiva sostenible que no solo se base en precios bajos, sino también en la calidad y el valor añadido del servicio. ¿Vamos?
¡Los SMS no son todos iguales! Un factor crucial en la implementación de esta estrategia es entender que, si bien el mercado es una mercancía, la prestación de servicios puede diferenciarse en términos de calidad. Esto significa que el enfoque debe centrarse en ofrecer un servicio premium que vaya más allá de la simple mensajería, teniendo en cuenta factores como la velocidad, la seguridad, la transparencia y el servicio al cliente.
Contar con un socio de confianza como Sinch, que se toma en serio la seguridad, que tiene una conexión directa y aprobada con los Operadores Móviles del país, que cuenta con las Certificaciones ISO 27-001, 27-701 y 27-018 que garantizan la privacidad y confidencialidad de la información y sigue alineado con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), Este reglamento, por el que el Parlamento Europeo, el Consejo de la Unión Europea y la Comisión Europea pretenden reforzar y unificar la protección de datos para todas las personas en la Unión Europea (UE).
Finalmente, una parte vital de esta estrategia es elegir un proveedor de mensajería empresarial confiable que entregue un valor diferenciado, es fundamental considerar la seguridad y la confiabilidad, con una infraestructura tecnológica sólida para rastrear y administrar los envíos, conectado directamente con los operadores móviles, lo que garantiza una experiencia confiable y satisfactoria para su negocio. Esto incluye no solo mostrar los beneficios tangibles, sino también construir una relación de confianza, transparencia y asociación. Al fin y al cabo, la satisfacción del cliente es una de las principales palancas del éxito.
Lo barato sale caro y el precio que se puede pagar para ahorrar es muy alto, como la integridad y reputación de tu empresa, la información confidencial vulnerada y más.
En conclusión, es posible construir una ventaja competitiva significativa a través de la calidad y el valor que se ofrecen a los clientes. Es un recordatorio de que, incluso en un mundo de materias primas, la excelencia siempre encuentra su lugar.
Jessica Fulachi actualmente se desempeña como Gerente de Ventas al por Mayor en Sinch